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17 junio 2013

DETECTAR A LA MENTIROSA


(Ante todo, ante todas, disculpen que en esta ocasión el uso del género femenino en los ejemplos de este artículo haya sido predominante… nada más lejos mi intención de ofender… tan solo es que este artículo lleva dedicatoria incluida… Ellos me entienden).

En estos días, de lectura y estudio he escogido hacer un intensivo repaso de algo que me apasiona: EL LENGUAJE NO VERBAL, EL LENGUAJE DEL CUERPO. Para ello tengo muy buen libro, y además, recupero mis apuntes de un excelente amigo policía Ismael “brigada de paisano de los jereles”, y que me dio hace muchos años… Así, ahora, abordo un excelente tema de ayuda a toquisqui: las mentiras.

En este tema no se necesita ser un experto, ni mucho menos para detectar mentirosas, lo único que hace falta saber son las señales que tienes que buscar y, sobre todo, observar los movimientos y la forma de actuar de la supuesta mentirosa. Pero yo tuve la charla con mi amigo policía, y encima me regaló estas líneas que os comparto.

Quiero hacer una aclaración antes: tienes que mirar todo esto como un conjunto de gestos para que saques tus conclusiones, por lo menos, si ves que te hace tres o más, de los que te voy a describir es porque algo anda mal, esa persona te está mintiendo.

Muchos de estos gestos son iguales cuando la persona está de pie o cuando está sentada, aunque hay algunas pautas que se hacen en una posición pero no se hace en la otra, por eso voy a clasificar los gestos en tres partes:

Gestos comunes, los que hacen tanto de pie como sentada:
·        Se dilata la pupila, se contraen o se agrandan
·        Se toca la nariz, puede rascársela o darse un pequeño toque. (el mas común)
·        Te esquiva la mirada, evita hacerte contacto directo
·        Se pasa la mano por el cabello de manera repetida
·        Mueve el cuerpo de un lado a otro, como tratando de decir "No" con el cuerpo
·        Hace movimientos rápidos, se muestra inquieta
·        Su cuerpo pierde un poco de flacidez
·        Coloca algunos dedos en la boca
·        Baja un poco el tono de voz y habla un poco entre cortado, haciendo demasiadas pausas


Gestos cuando está de pie:
·        Esconde sus manos detrás en la espalda
·        No te da el frente, se gira hacia un lado, es decir, quedan en direcciones diagonales


Gestos cuando está sentada:
·        A la hora de responderte la pregunta, se echa un poco hacia atrás
·        Se pasa las manos por la cara como intentando tapársela

Si ves que su lenguaje corporal es cerrado y no tiene movimientos, entonces, es necesario que hagas preguntas más profundas; y pide que te especifique, así podrás notar mucho más claro estas señales.

Estos son los indicadores más comunes que puedes percibir en alguien que no está siendo sincera contigo; te pueden ser de mucha ayuda si tienes la intuición de que te están haciendo una mala jugada, analizando su lenguaje corporal los podrás descubrir.

Ya sea una ‘mentira piadosa’ o una mentira más grave todos –y absolutamente todos-, alguna vez en la vida, mentimos. Justamente por este motivo, saber identificar a la mentirosa es muy importante.

No sólo el cuerpo muestra señales de una mentira sino también nuestro rostro. Si quieres aprender a identificar a las personas que no te están diciendo la verdad, sigue leyendo...
·    La duración de los gestos y emociones son anormales. La expresión de una emoción se da de forma tardía, dura más de lo natural y se detiene súbitamente. Por ejemplo, si una persona se ríe de un chiste que contaste y su risa se corta súbitamente, probablemente no le haya causado demasiada gracia
·    A la hora de manejar sus emociones, los tiempos no suelen concordar y eso también es poco común. Por ejemplo, alguien honesta puede gritar que le gustó mucho un regalo que le hiciste y luego mostrar una sonrisa, mientras que una mentirosa tiende a concentrar la sonrisa y el comentario en el mismo tiempo
·    Sus gestos y sus expresiones tampoco concuerdan. Si una persona te dice que te quiere pero está mostrando una cara de indiferencia, es obvio que lo que está diciendo no es coincide con lo que realmente siente
·    Las emociones de todo tipo, desde felicidad y sorpresa hasta tristeza y enojo, solamente se expresan limitadamente a través de su boca en vez de toda la cara. Por ejemplo, alguien que sonríe con naturalidad este gesto implicará todo su rostro. Incluirá movimientos en su mandíbula, mejillas y ojos

Habitualmente, la mayoría de las personas, a no ser que estén acostumbrados a mentir toman posturas diferentes cuando esconden la verdad.



·    Si alguien sabe que es culpable de haber mentido toma una postura defensiva. Alguien “inocente” cuestionará tus sospechas y tratará de averiguar el por qué de tus dudas, mientras que un mentiroso simplemente dirá que no a todo con pocas palabras y explicaciones

·    La mentirosa se sentirá incómoda al encarar a la persona que lo cuestiona y, por ese motivo, no te mirará a los ojos o mirará hacia otro lado

·    También existe la posibilidad de que ponga –inconscientemente- objetos entre ella y la persona a quien le mintió

·    Tratará de cambiar el tema súbitamente. Y si lo logra, de repente, parecerá más tranquila y volverá a la espontaneidad que la caracteriza

Como dije anteriormente, el lenguaje del cuerpo es importantísimo para poder reconocer si una persona te está mintiendo o te está diciendo la verdad.

·    Evadirá el contacto visual. Cualquiera que no diga la verdad tratará de no mirarte a los ojos. Generalmente, mirarán hacia su derecha. También parpadeará con más frecuencia

·    Se tocará la cara con frecuencia. El rostro, la garganta y la boca son los lugares más comunes

·    Mantendrá su expresión física limitada y muy rígida. Si te estámintiendo hará pocos movimientos con las manos, brazos y piernas

·    La forma de hablar –también- cambiará. El cuerpo, sus actitudes, sus movimientos y el mensaje importará para detectarlos. No sólo tienes que interpretar lo que dice sino cómo lo dice

·    Existe una tendencia a usar tus propias palabras para responder una pregunta. Por ejemplo, si le preguntas: “¿Fuiste a bailar el sábado?”, alguien que te está mintiendo te responderá de esta manera: “No, no fui a bailar el sábado”

·    Tratará de convencerte más de lo necesario. Si alguien tiene sentimiento de culpa va a hablar más allá de lo habitual, ya que no se sienten cómodos con los silencios y las pausas

·    Hablará de forma monótona. Usualmente, si alguien cuenta un suceso verdadero lo dice enfatizando las palabras. Alguien que no dice la verdad le dará la misma importancia a todo lo que está diciendo

·     Va a usar una manera de hablar forzada y sofisticada. Palabras largas, gramática sumamente correcta y versiones largas de palabras o frases que, en realidad, serían cortas.


BASES TEORICAS

Las mentiras se pueden detectar porque suelen implicar emociones que se filtran en la comunicación. Cuanto mayor sea la mentira y más emociones implique, más pistas dejará. En general se despierta el sentido de la culpabilidad, el remordimiento o la incomodidad al mentir.


El intento de ocultar posibles filtraciones de estas emociones genera en casi todo el mundo una lucha interna emocional, llegando al alcoholismo o seudo-alcoholismo para tragar mejor. Cuanto más íntima sea la relación con una persona, más complicado será mentirle por las emociones que ello implica. Así por ejemplo al cónyuge enamorado le será muy difícil mentir a su pareja, pero no tendrá tanta dificultad en mentir a un extraño.

Tendremos presente que los síntomas que vamos a tratar aquí se relacionan con la persona que experimenta algún tipo de estrés y que aunque la mayoría de las mentirosas exhiben muchas señales externas, este estrés no garantiza que se esté mintiendo.

Hay personas que se sienten cómodas con la mentira y por ello no demuestran muchos síntomas de estrés, mientras que otros, como los fanáticos, se creen sus propias mentiras y, como consecuencia de ello, no muestran tampoco ninguna señal de que están mintiendo.

En el caso de las mentirosas patológicas pueden carecer de vínculos emocionales que les aten a nadie, y en consecuencia les resulta muy fácil mentir. Eso, también les ayuda y entrena para mentir luego en la intimidad a personas más cercanas.


RECOMENDACIONES

- No hay que interpretar un gesto solitario aislado de otros gestos o circunstancias
Si alguien se frota los ojos puede ser que lo haga realmente porque le escuecen, le lloran o está cansada. Se ha averiguado que las mentiras se producen siempre en unos conjuntos, denominados “racimos”, y que antes de dar por sentado que el interlocutor le miente, deberíamos ser capaces de detectar un mínimo de tres señales. Que alguien se toque la nariz, la boca, o se tire de la oreja no garantiza que está mintiendo, aunque algo debe estar pasándole por la cabeza que no dice. No está mintiendo necesariamente, pero sí es probable que esté ocultando alguna cosa.

- Conviene actuar como si se creyera todo lo que dice, para conseguir que acabe traicionándose a sí misma
Si le hacemos confiar en exceso en lo bien que está llevando a cabo su representación, luego podemos pedirle que repita su mentira una segunda vez. Las buenos mentirosas tienen la respuesta ensayada y repiten exactamente lo mismo, pero podemos hacer pausas y distracciones para que crea haberlo conseguido y después pedirle que lo repita una tercera vez. Si no esperaba verse obligada a esto y está relajada, la respuesta que ofrezca no será idéntica y la historia sonará algo distinta.

- La que miente evita cualquier referencia a su persona en sus mentiras, así como la utilización de palabras como “yo” o “mí”
Debido al hecho de que casi todo el mundo se siente incómodo al mentir, la gente intenta por instinto distanciarse de su propia mentira. El FBI americano descubrió esta pista a partir del estudio de las palabras de los sospechosos que daban falsas coartadas.
Por ejemplo alguien que te planta en una cita, miente si te dice: “se me estropeó el coche y el móvil no tenía batería”; y no lo hace si dice: ” Se me estropeó el coche y no pude llamarte porque tenía la batería de mi móvil descargada”.

- Evita mencionar el nombre de la persona sobre la que miente. Prefieren decir “no tuve relaciones íntimas con ese hombre” antes que decir “no tuve relaciones con Frank”.

- Ofrece una “representación” impecable
La mentirosa habitual no olvida, porque ha practicado la mentira repetidas veces. La respuesta más probable a la pregunta de qué ha hecho el fin de semana cuando no mienten, será algo como: “ah…fui a casa de mi hermano después de desayunar y entonces….ah….no, le vi después de comer porque primero….”. Cuando recordamos los acontecimientos de un día, solemos ir arriba y abajo cambiando de dirección hasta ser capaz de ordenar correctamente los acontecimientos. Pero en el caso de la mentirosa no es así, ya que lleva el papel bien ensayado y no suele dudar.

- La voz de la que miente sube de volumen debido a la tensión asociada con la mentira
Si cuando se ve “pillada” chirrían como un canario mientras te explica su versión, podemos empezar a sospechar.
Cuando se experimenta estrés al mentir, se provoca una tensión de las cuerdas vocales. (Los niveles de estrés de la voz humana se miden registrando los cambios de circulación sanguínea que riega las cuerdas vocales, ya que esta desciende cuando alguien miente). Los tres elementos en la voz que se alteran en ese momento son el volumen, el tono y la velocidad. La voz será más aguda y también puede, asimismo aumentar la velocidad (el hablar rápido expresa el deseo de acabar pronto con el tema) y subir el volumen.
Y, en sentido contrario, cuando la mentirosa reflexiona sobre su mentira para tener por seguro que la dice a la perfección, empieza a hablar más lentamente, a bajar el volumen y a disminuir la velocidad.

- Cuando habla se come las palabras
Si no ha tenido tiempo suficiente de ensayar, en ocasiones el tono suele verse salpicado por “ums”. “ahs”, “ers”, toses y pausas. Este factor es más evidente en los hombre que en las mujeres, pues ellos poseen menos habilidad cerebral para controlar el lenguaje, así que es probable que el hombre que se come las palabras esté mintiendo, pues ello revela que le están sucediendo un montón de problemas simultáneamente y que su cerebro intenta lidiar con ellos de una sola vez. A veces creen que el hablar así indica que no están mintiendo.

- Honestamente, sinceramente, francamente, son algunas de las palabras y frases que mas comúnmente indican un intento de engaño intentando convencer con ellas de una emoción que no se siente en realidad.
Por ejemplo, “Francamente, es la mejor oferta que puedo hacerle” se traduciría como “No es mi mejor oferta, pero tal vez crea que es así”. “Te quiero” es más creíble que “Te quiero sinceramente”. “Indudablemente” da cabida a la duda, mientras que “sin duda alguna” es una señal de alerta definitiva.

- “Créeme”, significa a menudo lo contrario
“Si consigo que me creas, harás lo que yo quiero”. La intensidad con la que una persona que dice “créeme” intenta convencer a su interlocutor, es proporcional al tamaño del engaño. La persona piensa que no le creen y por ello subraya sus afirmaciones con un “créeme”, “no te engaño”, “¿crees que te mentiría?”. Son más versiones de lo mismo.

- Cuando escuche a alguien diciendo “sólo”
Plantéese por qué esa persona intenta minimizar la importancia de lo que está diciendo, ya que esto es, para lo que se utiliza esta palabra, para minimizar el significado de las palabras que la siguen, para liberar a alguien de un sentimiento de culpa o para echar las culpas a cualquier otro motivo o persona. Nos plantearemos si le falta confianza para decir lo que realmente siente, o si intenta engañar con toda intención o si trata de evitar responsabilidades. Analicemos la palabra “sólo” en su contexto y encontraremos la respuesta. “Sólo te robaré cinco minutos” es lo que se dice cuando deseas en realidad una hora, “sólo 9,95 euros” y “sólo 40 euros de depósito” se usa para convencernos de que se trata de un precio insignificante. “Sólo quería decirte que te quiero” nos habla de la persona tímida que lo que querría decir es “te quiero” y es difícil de creer cuando nos dicen “sólo es una amiga/o".

- El verbo “intentar” lo utilizan con frecuencia personas que esperan fracasar en su intento
O su equivalente “haré lo que pueda”. Son respuestas que anuncian un fracaso inevitable pues su traducción es “tengo dudas de mi capacidad para conseguirlo”. Sí acaba fracasando dice “lo intenté”. Cuando escuche frases de este tipo, exíjale que se comprometa diciendo “lo haré” o “no lo haré”. Es mejor que no haga lo que deseamos antes de “intentarlo” y fracasar. “Intentar” es una forma tranquilizadora de decir “quizá”.


- Expresiones tipo que se usan más frecuentemente para convencer de que se está diciendo la verdad cuando, en realidad lo que se pretende es obligar a que le crean:
  • “Confía en mí”
  • “No tengo ninguna razón para mentir”
  • “Hablando francamente”
  • “Te digo la verdad”
  • “¿Por qué tendría que mentirte?”
  • “Para ser totalmente sincero contigo”
  • “¿Haría yo algo así?”
- Cuando se sitúan entre un tipo de gente que no debería ser víctima de ningún tipo de reproche, porque responden ante una autoridad superior. Por ejemplo “Lo juro por la tumba de mi madre”, “Dios es testigo”, “Que me maten si no es así”. Las personas con una convicción religiosa no utilizarían sus creencias para intentar convencer de que son sinceros.

- Cuando utilizan la organización a la que pertenecen, un premio recibido o su familia para convencer de su sinceridad
Por ejemplo “No soy de ese tipo de personas”, “soy una empleada leal”, “jamás me rebajaría a una cosa así”. La gente con moral no necesitar estar continuamente demostrándoselo, vive según sus valores y eso se ve. Este tipo de respuestas se usan para evitar la respuesta directa a una pregunta.

- Hay un aumento significativo del movimiento de las manos hacia la cara
Cuando nos sentimos dudosos, inseguros, exageramos o mentimos. La gesticulación del hombre resulta más fácil de detectar pues es más exagerada que la de la mujer y ellos la usan en mayor grado. Entre estos gestos tenemos el frotarse los ojos y la nariz, tirarse de las orejas y rascarse el cuello. Bill Clinton, por ejemplo, se tocó la nariz y la cara veintiséis veces delante del Gran Jurado mientras respondía a preguntas relacionadas con Mónica Lewinsky.
A veces el ocultar las manos también es revelador de que nos están mintiendo, ya que precisamente lo hacen para ocultar esta gesticulación que han observado que podría delatarles.

- La sonrisa se muestra torcida
(se sonríe por igual al mentir que al decir la verdad, sin embargo la sonrisa auténtica es más rápida, espontánea y simétrica, es decir la parte izquierda de la cara es un reflejo de la parte derecha, pero las expresiones faciales de quien intenta exhibir una emoción que no siente no son simétricas), algo forzada (se utiliza ampliamente para fingir sinceridad) o con los labios apretados (como signo de tensión).

- El aumento del pestañeo es una señal importante que tener en cuenta, ya que indica que la tensión aumenta y que se le secan los ojos.

- La falta de contacto visual, el que nos rehúya la mirada; o si están en una habitación con puerta que mire con frecuencia hacia allí, de siempre se ha asociado al mentir, pero el que ella nos mire o no a los ojos mientras habla es menos discriminativo para ayudarnos a detectar un engaño, ya que está más directamente relacionado con características de personalidad, con aprendizajes (si de pequeña la pillaban o no las mentiras al mirarla a los ojos); y con culturas, (puesto que en algunas el mirar a los ojos es una demostración de agresividad o falta de cortesía y en otras al contrario). Además las mentirosas que engañan concienzudamente son capaces de mantener el contacto visual mientras mienten, así que sería en este caso el adecuado contacto visual el factor que apuntaría hacia el engaño.

- La mentirosa diestra mira hacia su izquierda mientras miente, y la mentirosa zurda mira hacia su derecha. Este factor de la dirección hacia dónde mueve los ojos el interlocutor no es tampoco una prueba infalible, pero sí una señal importante del engaño.
La mayoría de las diestras conecta con la parte izquierda del cerebro cuando quiere recordar algo sucedido y miran hacia su derecha. Cuando inventan una historia conectan con la parte creativa de su cerebro, el hemisferio derecho, y miran hacia su izquierda. (Esto es porque los canales sensoriales están cruzados en su conexión con los hemisferios cerebrales).

- El efecto Pinocho
En estudios de la circulación de la sangre se reveló que, cuando una persona miente, el aumento de la presión sanguínea y la liberación de unas sustancias químicas llamadas catecolaminas, provocan inflamación de los tejidos internos de la nariz, pero esto es un solo una curiosidad ya que esta inflamación no es visible a simple vista. Aunque sí que es la entrada en acción de las terminaciones nerviosas de la nariz por esta causa, la que explica la necesidad de frotarse la nariz para calmar el picor. Este fenómeno también se produce cuando la persona se siente molesta o enfadada.

- Contracciones de los músculos faciales
Que se producen porque el cerebro está intentando evitar que la cara muestre cualquier reacción de respuesta. El FBI analiza las “microexpresiones” minúsculas, de medio segundo, con ayuda de la cámara lenta.

- Brazos y/o piernas cruzadas, pues esto refleja un instinto defensivo básico.

- Dilatación de las pupilas

- Gestos que entran en contradicción con las palabras
Por ejemplo que la cabeza se mueva diciendo que “no”, cuando da un “sí” por respuesta o viceversa.

- Muestras de excesiva amistad o carcajadas
Estas actitudes están expresando el deseo de querer gustar para favorecer su credibilidad.

- Usará el llanto como arma para despistarte, llevando el juego a la lágrima


ACTITUDES PARA ENFRENTARSE A LA INTERLOCUTORA QUE MIENTE

·    Sentarse en una silla más alta o colocarse en una posición más elevada, es una forma sutil de intimidación

·    No cruzar las piernas, abrir los brazos, y echarse hacia atrás. Es una forma de comunicación no verbal o lenguaje corporal que indica que estamos “abiertos” a escuchar, a comprender e incluso a recibir la verdad

·    No es conveniente decirle lo que sabemos, no hay que dar la sensación de que intuimos que nos están contando una mentira

·    Invadir el espacio personal del otro, acercándonos a él, hace que se sienta más incómoda

·    Reflejar como un espejo sus posturas y movimientos es una forma de establecer una buena relación y al interlocutor le costará más mentirnos

·    Darle una “salida”. Necesitamos ponérselo fácil para que diga la verdad, por ejemplo haciendo que no entendemos o no hemos escuchado correctamente, para que tenga una opción de rectificar sus palabras

·    Es básico mantener la calma. No mostrarse sorprendido ni trastornado y otorgando la misma importancia a todo lo que diga. En cuanto reaccionemos negativamente, se perderá cualquier oportunidad de que nos diga la verdad

·    No acusar. Las preguntas agresivas del tipo “¿Por qué no me has llamado?” o “¿Te ves con él?”, pueden reforzar la postura de la mentirosa. Utilice preguntas más suaves, como “¿Dónde dijiste que estabas?”, “¿A qué hora dijiste que llegaste al restaurante?”

·    Finalmente habrá que valorar si es conveniente o no darle una última oportunidad ignorando la mentira y diciendo algo como “¿Qué podemos hacer a partir de ahora?”. Lo que estaríamos haciendo así, es hacerle ver que no nos hemos creído nada, para así, tratar de hacer más probable que se vea obligada a encontrar su propia solución.


LAS MENTIRAS QUE MAS HIEREN

Cuanto más íntima es una relación, más dolor provoca el engaño porque menos deseamos alejar a esa persona de nuestra vida, porque más confiamos y más nos abrimos a ella.

CUANDO TODO EL MUNDO NOS MIENTE

Si hay quien cree que no se puede confiar en nadie y que el mundo está lleno de mentirosas, es, o bien porque ellas mismas son mentirosas habituales y dan por sentado que todo el mundo es como ellas. O, lo más probable es que, su comportamiento invite a que los demás les mientan, o sea, que dificultan a los demás que les digan la verdad, porque al provocar esta una reacción agresiva o excesivamente emocional (enfadado, herido, vengativo), nunca se la dirán, pase lo que pase. Los demás son sólo la otra mitad de la ecuación.

¿QUIÉN MIENTE?

La realidad es que todo el mundo miente, en el sentido de permitirnos convivir sin violencia ni agresión, porque con frecuencia preferimos oír sutiles distorsiones de la realidad antes que hechos duros y fríos. ¿Donde estaríamos si hubiéramos dicho las palabras exactas que se nos pasaban por la cabeza? Quizás solos.

Mentimos para obtener algo, o para evitar el dolor. Nos mentimos constantemente, los padres mienten a los niños, exageramos cosas, “olvidamos” comunicar un matiz importante, intentamos no herir los sentimiento.

Hombres y mujeres mienten por igual aunque difiere el contenido de las mentiras. En general las mujeres lo hacen para que los demás se sientan mejor, mientras que los hombres lo hacen para quedar bien. A ellas les cuesta más mentir acerca de sus propios sentimientos, y ellos lo hacen para evitar discusiones. Ellas suelen recordar mejor que ellos que mentiras y a quién las han contado.

Los estudios realizados con americanos y europeos han reflejado que cuanto más joven es una persona, mayores son las probabilidades que tiene de engañar y que esta tendencia disminuye a partir de los 30 años. Los patrones de comportamiento mentiroso se aprenden en la infancia (los padres enseñan a los hijos a mentir como muestra de buena educación “Cuando te dé un beso la abuela pon cara de que te gusta y no de asco”, y a la vez se les enseña que la mejor política es la sinceridad, aunque a veces se les castiga por haber dicho la verdad), y se impulsan a partir de la adolescencia debido a figuras autoritarias.

TIPOS DE MENTIRAS

La mentira inocente es la que forma parte de nuestro entramado social y nos evita herir emocionalmente a los demás o insultarlos con la fría, dura y penosa verdad.

La mentira beneficiosa se usa para tratar de ayudar a los demás, por ejemplo el rescatador de un accidente que dice al niño que sus padres están bien, o el médico que trata de elevar la moral del paciente.

La mentira maliciosa son las que se cuentan por venganza o para obtener algún beneficio, como saben los famosos que suelen ser blanco evidente de estas mentiras, pues por ultrajante o poco probable que sea, alguien acabará cayendo en el fango. También se usan como armas en situaciones competitivas.

La mentira engañosa es la peligrosa pues pretende hacer daño o aprovecharse en su beneficio. Puede ser en forma de ocultación de información que distorsiona así la verdad o en forma de falsificación de los hechos.

El autoengaño que permite que uno abuse del tabaco o la comida, y diga que no es adicto o se convenza de que un postre de muchas calorías no altera la dieta.


TIPOS DE MENTIROSAS

La mentirosa natural es alguien que tiene conciencia de que lo es, pero confía en su habilidad pues lo viene haciendo desde la niñez (quizás por evitar castigos); y de adultos esta capacidad les convertirá en directoras de ventas/marketing/imagen/televisión, o serán abogadas, o comerciales, actrices, etc. Con diferente grados personales de respeto a la ética.

También puede tratarse de la mentirosa romántica, cuyo único límite es su imaginación, y que puede desarrollar un gran talento, que aprovechará para manipular a su pareja sin que el afecto que dicen sea real.

La mentirosa no natural es aquella que fue convencida por sus padres de que mentir era algo imposible pues siempre sería detectada. Le cuesta mucho mentir, que no se note, e incluso puede insistir en decir verdades que provoquen problemas entre los que la rodean, insistiendo en no mentir jamás.
Gandhi decía:
LA MENTIRA NO SE HACE VERDAD,
POR MUCHO QUE SE LA PROMULGUE.
NI LA VERDAD DEJA DE SERLO,
POR MUCHO QUE SE LA ESCONDA.





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